La música es una forma de expresión cultural y personal que ha acompañado al ser humano a lo largo de su historia. En particular, las músicas populares urbanas han desempeñado un papel fundamental en la configuración de la identidad de generaciones enteras. Sin embargo, estas formas musicales a menudo han sido relegadas a un segundo plano en la educación formal, en favor de géneros considerados más «clásicos» o «académicos». Géneros como el rock, el pop, el jazz y el rap han dado voz a movimientos sociales, han narrado historias de lucha y resistencia, y han conectado a personas de diferentes contextos y culturas. 

Espacio Caja Sonora reconoce la necesidad de cambiar esta perspectiva y de integrar estas músicas en el sistema educativo y es por ello que dedica su área didáctica a la programación de actividades que sigan los siguientes objetivos: 

1. Reconocimiento Cultural: Al igual que los grandes compositores clásicos, artistas como The Beatles, Janis Joplin, Tupac Shakur, Madonna o, en el ámbito local, Miguel Ríos, Carlos Cano, Lola Índigo o Enrique Morente han dejado un legado imborrable en la historia de la música. Incluir su estudio en el currículo educativo es una forma de legitimar y valorar su contribución a la cultura global.
2. Inclusión y Diversidad: La música popular urbana abarca una amplia gama de estilos y orígenes, reflejando la diversidad de las experiencias humanas. Al integrarlas en la educación, se promueve un ambiente de inclusión y se celebra la diversidad cultural. 
3. Conexión con la Juventud: Las músicas populares urbanas son particularmente resonantes entre los jóvenes. Estos géneros no solo reflejan sus gustos musicales, sino que también abordan temas relevantes para ellos, como la identidad, la justicia social, el amor y la rebeldía.

Integrar las músicas populares urbanas en la educación formal e informal es una necesidad apremiante para valorar adecuadamente estos géneros musicales y conectar con la juventud de manera significativa. El Espacio Caja Sonora se compromete a liderar este esfuerzo, reconociendo el poder transformador de la música y su capacidad para enriquecer la educación y la vida de las personas. Al establecer objetivos claros y fomentar la colaboración entre diversas entidades educativas, se puede crear un entorno en el que la música popular urbana sea apreciada y utilizada como una herramienta poderosa para el desarrollo personal y social.